Crear para Liderar: Mujeres que Transforman el Ecosistema Empresarial en México

by Editorial

Por Concepción Valadez

En el contexto actual de la economía mexicana, el emprendimiento femenino no solo representa una oportunidad de desarrollo individual, sino una estrategia integral para fomentar crecimiento económico, innovación social y equidad de género. Las mujeres empresarias estamos redefiniendo los modelos de negocio, liderando con una visión que integra propósito, rentabilidad y sostenibilidad nuestros negocios, pero con pilares estratégicos, retos estructurales y herramientas clave que permiten a las mujeres en México emprender, consolidar y escalar sus empresas.

De acuerdo con datos del INEGI y del Global Entrepreneurship Monitor, en México más del 35% de los emprendimientos son liderados por mujeres. Sin embargo, una proporción significativa de estos negocios permanece en la informalidad o en fases tempranas de desarrollo. Las barreras estructurales como la desigualdad de acceso a financiamiento, redes de apoyo limitadas y la doble carga de responsabilidades familiares dificultan su crecimiento empresarial. A pesar de ello, las mujeres hemos encontrado caminos de innovación en sectores como tecnología, economía circular, bienestar, educación y agroindustria, por mencionar algunas.

El enfoque empresarial con perspectiva de género se ve nutrido con una filosofía de creación con propósito. Ya que, para muchas emprendedoras, el negocio no solo debe generar ingresos, sino también resolver problemáticas sociales o ambientales. Esto ha dado origen a modelos como las Empresas Sociales, las B Corps y los emprendimientos de base comunitaria que crean a su vez derrame microeconómico en las comunidades donde estén estas empresas. La integración de indicadores ESG (ambientales, sociales y de gobernanza) se está convirtiendo en un diferenciador clave para aquellas mujeres empresarias que buscamos capital y alianzas estratégicas para dare visibilidad a la misión de dichas empresas, pero también a México.

Se necesita de estrategias para acceder al financiamiento con enfoque de género. Uno de los principales obstáculos que enfrentamos las mujeres emprendedoras es el acceso a capital. Históricamente, menos del 5% del financiamiento de riesgo en América Latina ha sido destinado a empresas lideradas por mujeres. Iniciativas como fondos de inversión con perspectiva de género, programas de microcrédito digital, y alianzas con instituciones financieras inclusivas están comenzando a cerrar esta brecha. A nivel nacional, programas como “Mujeres Moviendo México” y alianzas con organismos multilaterales como el BID y ONU Mujeres han potenciado nuevas oportunidades.

  Y para eso los ecosistemas colaborativos y redes de mentoría son muy importantes. El networking sigue siendo una herramienta de alto impacto. Las mujeres que accedemos a redes de mentoría y apoyo entre pares tenemos 2.5 veces más posibilidades de escalar nuestros negocios. Espacios como G100, WeConnect, COPARMEX, Victoria147, ProMujer y la Red de Mujeres Empresarias de la CANACO han impulsado la articulación de estos ecosistemas colaborativos que empoderan desde la experiencia compartida. Pero también la mentoría corporativa y los programas de incubación con perspectiva de género son claves para acelerar este crecimiento y profesionalizar dicha gestión.

Es por esto que la transformación digital se ha convertido en una palanca de equidad y educación. Las mujeres que están liderando startups tecnológicas, desarrollando plataformas de e-commerce, fintechs inclusivas y apps educativas están abriendo más campo para esta inclusión empresarial. El acceso a capacitación en habilidades digitales, la automatización de procesos y el uso de inteligencia artificial para la toma de decisiones está abriendo nuevas oportunidades de escalar operaciones con menor inversión inicial. Instituciones como INADEM, Coparmex y diversas universidades están ofreciendo programas específicos para reducir la brecha digital con enfoque de género.

EMucho se ha dicho ya que el liderazgo femenino aporta estilos de dirección más inclusivos, resilientes y horizontales. Pero esto se da porque las mujeres tienden a priorizar el bienestar integral de sus equipos, la comunicación empática y la construcción de valor compartido. Estas cualidades no solo fortalecen el clima organizacional, sino que se traducen en mejores resultados en los negocios. Integrar esta visión en la cultura empresarial implica también cuestionar paradigmas tradicionales, promover la corresponsabilidad y construir modelos más equitativos desde el diseño organizacional.

No podemos olvidar quepara consolidar un ecosistema emprendedor inclusivo, es fundamental que las políticas públicas incorporen una visión interseccional y de largo plazo. Incentivos fiscales, regulaciones laborales que favorezcan la corresponsabilidad familiar, leyes de compras públicas con perspectiva de género y marcos normativos que impulsen el acceso al crédito son herramientas indispensables. El sector público, en sinergia con el sector privado y la sociedad civil, tiene la responsabilidad de catalizar cambios estructurales que promuevan la participación plena de más mujeres en la economía. Emprender es, para muchas mujeres en México, un reto. Impulsar negocios liderados por mujeres no solo mejora indicadores de desarrollo para el país, sino que transforma comunidades enteras. Este artículo es una invitación a diseñar estrategias de negocio con lente de género, a generar alianzas no solo con impacto social sino para construir nuevos paradigmas empresariales donde la mejora de la economía nacional sea el motor de crecimiento. Las emprendedoras mexicanas no solo estamos construyendo empresas: estamos liderando un nuevo futuro.

You may also like